-Speak of it? They're already singing songs about it.
-Instead of singing songs, they should be saying prayers.
Tristemente
esta película no tardo mucho en llegar a la sección de botadero, digo
tristemente porque se merece más que un lugar especial entre las verdaderas
joyas cinematográficas, pero por otro lado la película ha alcanzado un precio
bastante accesible para todos nosotros, esta es una de esas obras
maestras que pocos saben lo que cuesta.
Una extraordinaria producción francesa en la que en pleno siglo 18
el Chevalier de Fronsac y su amigo nativo americano Mani son enviados por el
Rey a la provincia de Gévaudan para investigar los recientes asesinatos de
cientos por una bestia misteriosa.
Una verdadera joya dentro del lenguaje del arte cinematográfico
que combina una buena historia, con un buen desglose de personajes, buenas
actuaciones y una increíble fotografía, pero vayámonos paso por paso.
La película presenta una narrativa muy al estilo europeo con
emplazamientos lentos y escenas alargadas, con actuaciones brillantes y
desglose de escenas en base a los personajes y no en base a la acción como se
haría en Norteamérica.
Sin embargo en los momentos importantes, climáticos, de terror o
de descubrimiento la fotografía cambia por completo de muy buena manera
presentando una narrativa muy propositiva.
La película se desarrolla inicialmente bajo las normas de una
película de terror, con escenarios místicos y atmósferas inquietantes, luego de
la presentación de los personajes la narrativa cambia un tanto hacia el género
de aventura, con mucha intriga y acoso constante de una criatura de la cual
desconocemos su origen, forma, especie, intenciones y/o naturaleza, y
simplemente se presenta como una brutal maquina de matar.
Un pueblo entero va perdiendo la fe en la medida en que va
perdiendo pobladores, y el trabajo de De Fronsac, interpretado por Samuel Le
Bihan, se va complicando a cada segundo, provocando el descontento del Rey al
mismo tiempo que su lucha se convierte en un asunto personal con la criatura.
Un punto muy interesante del filme que no puedo dejar de mencionar
es el diseño de personajes, De Fronsac es un místico héroe cazador traído de
tierras lejanas, tan ágil en el arte de la caza como intrigante y desconocido
para la sociedad que lo reclama, acompañado de un no menos habilidoso compañero
Mani, extraído del corazón de las tierras americanas, extraño de piel y
culturas, provoca revuelo entre la sociedad puritana que desconoce al Mundo más
allá de las fronteras francesas.
Jean-Francois, interpretado por Vincent Cassel, un introvertido
hijo de alcurnia marcado con la incapacidad de haber perdido un brazo en un
accidente un día de caza, que parece ser el único capaz de sostener la mirada
de De Fronsac.
Thomas d’Apcher un joven encargado de mostrar el terreno y poner al día a De Fronsac y Sylvia, interpretada por Monica Bellucci, una extraña prostituta que parece conocer más que el mismo gobernador sobre los sucesos que acongojan al pequeño pueblo.
Si a estas personalidades agregamos el misticismo ya mencionado de
la criatura brutal que no deja de presionar el desarrollo de la historia con
apariciones bastante violentas se obtiene una muy buena historia que le agrega
cierto encanto al relacionarla con un mundo distante para nosotros.
Todos los personajes principales dentro de la historia,
salvo Mani el indio americano, realmente existieron durante el reinado de Luis
XV.
Incluida la extraña criatura que aterrorizó al pueblo de Gévaudan
entre 1764 y 1767 matando alrededor de 100 personas.
Otro punto muy importante de la película es el diseño de arte,
desde la creación del vestuario hasta la selección de escenarios funcionan para
que en todo momento el espectadores se sienta sumergido en una época
lejana en que la tecnología todavía no brillaba y el mundo mantenía lugares
bastantes espeluznantes y desconocidos a poca distancia de la civilización.
La trama es muy interesante he intrigante en el sentido de que se
desarrolla sin descubrir elementos importantes hasta que la película esta por
finalizar, el suspenso esta bien construido en base al miedo y el acoso sin
caer en los clichés del espanto.
En general la película está muy bien realizada y podría
catalogarse como un buen cuento de media noche que explica mucho de las
ideologías de grandes instituciones de la época y más allá de esto presenta a
personajes característicos de un cuento de hadas pero aterrizados en una
historia que se inclina más hacia las pesadillas.
Pacto con Lobos es un verdadero poema visual, muy recomendable.
Por Daniel
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