Geroge Valentin: (primeras líneas en una de sus películas) I won't talk! I
won't say a word!
El artista es
una película pasional que desarrolla a sus personajes en la singular época a
finales de los años 20’s y principios de los 30’s donde George Valentin un
reconocido actor de cine mudo se tiene que enfrentar de frente con la llegada
del cine sonoro y todas sus consecuencias, mientras Peppy Miller una joven
entusiasta parece subir desenfrenadamente peldaños en la industria a raíz del
mismo evento.
Hay que
mencionar que la película no está diseñada para ser un homenaje como en el caso
de “La invención de Hugo Cabret” (2011) sino que es la recapitulación de una
historia pasional entre un hombre y su oficio que gira en torno a los eventos suscitados en esta época, si bien
es cierto que Michel Hazanavicius (director) no perdió la oportunidad de hacer
alusión a varias obras maestras de la época, también es cierto que su intención
es claramente desarrollar una historia independiente a todos estos sucesos.
La película se
basa principalmente en la comunicación, y
la frustración por perder el foro
al que se estaba acostumbrado es el
principal motor, la desesperación por no poder interactuar con alguien y el
abismo que se va creando en base al no entendimiento son las principales armas
de la trama.
Hay dos cosas
muy interesantes que mencionar de esta extraordinaria producción, primero que
fácilmente pudo ser diseñada para construir una película completamente en base al tributo, donde nos mostraran los
mejores elementos de esas épocas, y sin embargo no es el caso. Y en segundo, la
narrativa tan arriesgada y a la ves tan efectiva que utilizó el director para desarrollar su
historia, ya que si no fuera por las extraordinarias actuaciones hay momentos
en que la narrativa se queda a dos de convertirse en cine experimental.
Técnicamente
hablando la película es muy buena, Hazanavicius se preocupó por crear un look
similar al presentado en la época con el uso de las mismas herramientas y la
misma narrativa sin caer en la imitación, sino más bien creando su propio
estilo en base a lo construido.
Las actuaciones
son muy sobresalientes, Jean Dujardin (George) maneja muy bien el semblante de
protagonista y estrella de cine mudo al mismo tiempo que se va descomponiendo
en el abandono sin perder nunca el carisma, y por otro lado Berenice Bejo
(Peppy) construye un papel en base a un personaje fluido e inocente que termina
por ser el elemento de la razón. Pero no solo ellos ya que al no contar con
elementos sonoros las actuaciones alrededor deben de enfatizar las expresiones
sin caer en lo ridículo o lo exagerado,
como lo entendieron de muy buena manera John Goodman o James Cromwell.
Y bueno, lo que
todos querían comentar, la increíble participación de Uggie como Jack el perro de George, bueno en realidad fueron
tres perros los que trabajaron en el filme, Uggie, Dash y Dude, sin embargo fue
Uggie el que interpretó la mayoría de las escenas, es un elemento muy
característico y muy importante del filme, simplemente no hubiera sido el mismo
sin su participación, y Hazanavicius lo sabe, no por nada el segundo en entrar
al escenario al termino de la película en la primera escena es Jack. Y se
entiende en razón de una época en la que las producciones, incluso las
producciones de drama, cuentan con un ritmo cada vez más acelerado por lo que
el filme tenía que contar con un elemento familiar con el que el espectador se
identificara de inmediato para que le diera tiempo al director siquiera de
comenzar a desarrollar la trama antes de dejar escapar el primer bostezo.
Considero que el
artista es una película con un mensaje y
un problema muy actuales que utilizó una narrativa abandonada para recapitular
una historia en base a una época en la que este mismo problema afectó a muchas
personas en la industria.
La película es muy recomendable no solo por su
ingenio o por ser muy propositiva, va más allá de la nostalgia y el recuerdo de
una bella época y termina por representar
un mensaje que todos deberíamos de escuchar.
Por Daniel
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