“I just keep wishing I could think of a way to show them that they don't
own me. If I'm gonna die, I wanna still be me.”
Peeta.
Los
humanos somos los seres más extraordinarios, únicos, inteligentes y complicados
que existen en este planeta, sin embargo el egoísmo corre entre nosotros como
la sangre que nos da vida, somos los únicos responsables de nuestra destrucción
y la destrucción de nuestro planeta; conjuntando estos conceptos, la autora
Suzanne Collins, tuvo una brillante idea.
Las
noticias de la guerra, el reality show survivor y contar con un padre en la
Fuerza Aérea, hicieron que en la cabeza de está autora se gestará una de las
historias y sagas literarias más importantes de los últimos años, HUNGER GAMES.
Los
Juegos del Hambre, cuentan una historia inimaginable pero muy creíble, de
acuerdo a la narración, dentro de unos años la tierra cambiará como consecuencia
de nuestros propios actos, Estados Unidos desaparecerá como lo conocemos, esa
región será conocida como Panem, la cual estará compuesta por 12 distritos que
en conjunto trabajarán para mantener “la paz”, unión y vida entre las personas.
Pero como todo existirán intereses y gobernantes que busquen proteger sus
intereses, esto llevará a que los distritos se rebelen.
El
primero de los libros de está saga literaria nos plantea ese futuro, pero la
trama no termina ahí, derivado de una rebelión fallida los distritos se verán
“castigados” y como consecuencia de estos actos y como recordatorio para todos
los habitantes, se crea un programa televisivo llamado Hunger Games, donde
participa un chavo y una chava de entre 12 y 18 años por cada uno de los
distritos, de esos 24 participantes solo 1 saldrá con vida.
Katniss
Everdeen es una de las participantes de estos juegos y es la gran protagonista
de este mundo futurista, es una heroína, una mujer que la misma vida la ha
transformado en una guerrera que combate con arco, flechas y palabras su vida,
creencias pero sobre todo a sus seres queridos, en ella radica la esperanza al
cambio y el gran mensaje de esta historia.
Debo
admitir que soy fan del libro y es que como no serlo, a mi muy particular punto
de vista, su éxito radica, a diferencia de otras sagas literarias adolescentes
con las que se compara (Harry Potter y Crepúsculo), en que la historia es algo
que bien podría suceder en nuestra realidad, tenemos una protagonista que vive
en un mundo como el nuestro, que su mayor arma es ella misma y no requiere de
un guapo galán que venga a cambiarle la vida, ella puede sola, una historia en
la que por fin no hay dama en apuros.
Estas
sagas literarias exitosas en letras son adquiridas por los estudios esperando
tener las mismas ventas en pantalla, por
lo general no importa el resultado de la cinta, es un éxito seguro pues los fans
se mueren de ganas por ver ese mundo más tangible; para mi estas adaptaciones
no han sido más que decepciones, en verdad sufría en pensar el resultado de
Hunger Games, una historia que me atrapo y envolvió, pero he de confesar que me
encanto la película (utilizó esta palabra por que la merece).
El tema
que trata es embriagador, si pensamos en la cantidad de basura que la gente
crea en estos días para que veamos la televisión, podemos pensar que no está
lejos el día en que algún loco productor se le ocurra recurrir a este tipo de
morbo solo por vender y convertir a las personas en una vil carne para sacar
billetes verdes.
La
visión que tuvo la autora, Suzanne Collins, fue trasladada de una forma
magistral por el director Gary Ross, quien tal parece corrigió todo lo que ha
llevado al fracaso a las adaptaciones de sagas literarias adolescentes; para
empezar supo buscar a una gran actriz, Jennifer Lawrence, que si bien cuenta
con una pequeña carrera en el cine, ha demostrado ser una gran interprete y
estrella haciendo que cada uno de sus trabajos sea memorable para la historia
del cine.
Los
personajes secundarios fueron elegidos a la perfección haciendo un balance
estratégico entre grandes actores consolidados, como Stanley Tucci, Woody
Harrelson, Donald Sutherland y actores jóvenes que buscan consolidarse como
Liam Hemsworth y Josh Hutcherson.
La
película es una adaptación que le hace justicia al libro y honra a los ojos de
los fanáticos, por que además de agradar, supera todas las expectativas que se
puedan tener, tiene su propio ritmo, se adueña del texto y lo convierte a un
lenguaje visual que no deja fuera ningún detalle y que si bien tiene algunos
cambios son tan bien llevados que los adoptas a ese mundo de los juegos del
hambre.
Haciendo
a un lado el extraordinario reparto elegido para está cinta, grandes elogios se
lleva el departamento de arte, creando vestuarios, maquillajes, escenarios,
colores y artículos que adaptan una realidad a un mundo futuro; otro gran
acierto es la música, te envuelve y transporta logrando ponerte los nervios de
punta y al siguiente instante relajarte.
La
adaptación fílmica de los Juegos del Hambre cumple con creces la difícil tarea
que es complacer a los fanáticos de una
saga literaria, pero no se queda ahí, va más allá, es capas de inyectar en los
espectadores la curiosidad de acercarse a los libros y conocer más acerca de
esta posible ventana a un futuro loco pero que bien podríamos ser parte de él.
No dejen de ver Hunger Games por que les puedo asegurar que querrán más de esta
adictiva saga, además que gozarán de una película muy bien realizada y con un
buen mensaje.
Por Dulce
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