Georges Méliés: If you've ever
wondered where your dreams come from, you look around... this is where they're
made
La película más
reciente del afamado director Martin
Scorsese cuenta la historia de Hugo, un pequeño niño huérfano que vive
escondido entre los relojes de una estación de trenes en Francia, Hugo se
siente comprometido con terminar la tarea que realizaba su padre antes de
morir, reparar un viejo autómata diseñado para el espectáculo, mientras Georges,
un viejo vendedor de juguetes con una pequeña tienda en la estación, no deja de
escudriñar al joven.
Las actuaciones,
aunque no fueron nominadas, son sobresalientes, conjugan en general muy bien la
ambigüedad entre las responsabilidades y el deber con las emociones humanas y
la lucha eterna entre estos sentimientos que todos tenemos todo el tiempo, la
disyuntiva entre ser humanos o ser funcionales, así como la necesidad de
realizar bien un trabajo.
Técnicamente la
película es perfecta, o se acerca bastante,
fue filmada en formato 3D lo que ayudó al director a ampliar los ejes de
narrativa de 2 a 3, y simplemente se nota en la película cuando los
emplazamientos destacan el mundo que se abre frente a los ojos de Hugo, con
incursiones de personalidades como Salvador Dalí o James Joyce, así como
extraordinarias escenografías de la época, todo mientras el joven permanece
escondido en fondos tras metales y muros.
La aplicación de
esta nueva narrativa es de considerar tomando en cuenta que hasta ahora el 3D
solo se había visto aplicado como complemento o como un bonito adorno de las
grandes producciones, sin embargo como lo menciono arriba Scorsese ha
encontrado una nueva línea de narrativa en cuanto a la profundidad, herramienta
que seguramente se irá puliendo con forme se diseñen las producciones, o eso
esperemos.
Pero, aunque así
pareciese, la Técnica no es el punto fuerte de esta producción, es la nostalgia
y las claras intenciones por construir un homenaje a la industria en base al
mismo medio de expresión lo que convierte al filme en una clásica instantánea.
Al igual que
películas como Cinema Paradiso de 1988, que cuentan historias en base o con ambientación de situaciones construidas con la historia
recorrida por el celuloide, se les agrega un extra de emoción que por lo
general no falla, en el que la gente se siente identificada de inmediato con el
reconocimiento de otras épocas, sin embargo esta mágica carta que solo el cine
sabe reproducir no es fácil de utilizar, porque hay que saber tanto como
presentar los elementos, como cómo llevar al espectador a través de sus
recuerdos, en ambas películas tanto la mencionada como en La invención de Hugo
Cabret esto esta manejado de muy buena
forma.
La invención de
Hugo Cabret es una de esas pocas producciones en las que se le invierte mucho
dinero al diseño y a la narrativa, donde se busca hacer llamativa la imagen y a
la vez se procura armar en base a buenas participaciones actorales una trama
entretenida y a pesar de todo esto ningún elemento asoma por encima del mensaje
lo que a mi parecer es el elemento más importante de una producción de calidad.
A final de
cuentas La invención de Hugo Cabret es
una película diseñada para homenajear, revolucionar y, principalmente, para permitir soñar al
espectador, es un filme que desde su construcción se diseñó con la idea de
presentar a la producción como un claro ejemplo de que la industria
cinematográfica es la fabrica de sueños por excelencia.
Por Daniel
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