domingo, 12 de junio de 2011

Jacinta


Derecho, revés, derecho, revés… siempre tejemos nuestra vida… pero ¿qué hacer si se nos acaba el estambre?...Que escriba quien quiere ser leído.

Jacinta es el nombre de una viejecilla, que vive tejiendo, en un cortometraje de animación mexicano en stop motion bajo la dirección de Karla Castañeda. La historia se desarrolla dentro de la habitación de Jacinta, en la que sólo existe ella y sus recuerdos, con una gran ventana al fondo sin enseñar más que el pasar de los días, el corto te muestra una soledad profunda que golpea a este personaje, quedando sola sin más que los ganchos de tejer y el estambre…

Mientras avanza el corto, conoces a más y más compañeros de Jacinta que son acompañados entre ellos por la misma soledad… la directora teje con el tema del abandono familiar en esa etapa de la vida, y lo va desarrollando con la nostalgia, el pesar de la muerte y la inevitable rutina… a lo largo del corto te envuelve con el tejido, atrayéndote con lo visual rematando con lo sensorial, ese espíritu que nos hace dejar nuestro gran tejido, la vida.

“ Dos imágenes se mezclaban en la cabeza de Karla Castañeda. En la primera aparecía la imagen recurrente de una persona sacándose el corazón. Luego veía a su abuela y se preguntaba ¿cuántos kilómetros de hilo había tejido en la vida, dando forma a diferentes prendas?. Tomando como punto de partida ambas fuentes surgió este proyecto” dice Lian Rip.

En lo personal creo que el proyecto conmueve porque crea esta identificación de personaje con Jacinta, ¿quién no se ha sentido solo?...acompañado de más gente solitaria, todos tejemos nuestra vida y siempre usamos diferentes materiales para al final abrazarnos con ese nido de nudos, y poder tener recuerdos antes de ir a la cama, muchas personas temen quedarse solas al ser mayores, temen morir abandonados… entonces creo q todos debemos comprar grandes bolas de estambre y entretejer nuestros últimos días, nuestras ultimas puntadas derecho, revés, derecho, revés, hasta que no encontremos mas estambre.

por Mónica

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