Una
película más presentada bajo el nombre de Guillermo del Toro con la
particularidad de que en esta ocasión él iba a dirigir el proyecto en persona,
pero tuvo que dejarlo de lado para involucrarse de lleno en El Hobbit de Peter
Jackson, y así delegó el puesto a Troy Nixey, quedando Guillermo como productor
y escritor de la cinta, sin embargo esto no libró al filme del toque oscuro,
“insectoide” y “jardinesco” característico del cineasta mexicano.
La
película es un remake de un video
home (película para la televisión), de 1973 de mismo nombre, que cuenta la
historia de Sally Farnham, esposa de un hombre de negocios que es acosada por
extrañas criaturas de la noche en su nueva casa victoriana. La versión de Troy
Nixey retoma la idea principal y mejora en muchos aspectos una muy buena
historia que aparte de ser antigua, en su momento, no había sido explotada de
la mejor forma.
El
suspenso está muy bien logrado y aunque son pocos los momentos en los que
podemos sentir verdadero terror, la tensión si esta manejada hasta un punto
climático en la cinta, que nos deja pensando y analizando, y pensando otra vez,
que hubiéramos hecho nosotros y que vamos a hacer una vez entrada la noche.
La
película tiene pocos errores, los más notorios de actuación, claramente
causados por la inexperiencia del director por ser esta su opera prima, sin
embargo no es nada que afecte de sobremanera a la historia, que cautiva desde
un principio y a pesar de ser de un desarrollo lento cierra de buena forma y
con un buen manejo de ritmos.
Al
igual que otras producciones de Guillermo, el diseño de arte trabaja de forma
fundamental para complementar una historia oscura, desarrollando la mayoría de
las escenas en interiores con poca luz o ambientes lúgubres, la película
progresa toma a toma hacia un mundo en el subsuelo donde la iluminación es
escasa o nula.
Katie
Holmes desarrolla un buen trabajo con el papel de Kim, absorbiendo el peso de
actor reconocido dentro del filme, y a pesar de que el personaje de primera
instancia no refleja mayor conflicto, este va creciendo y desenvolviéndose de
buena forma para encontrarse con la protagonista (Bailee Madison en el papel de
Sally) en el punto climático de la historia.
La
fotografía y la Música son muy buenas, trabajando ambas en un aspecto sombrío,
muchas veces con filtros negros u oscuros en la primera y con notas graves y
pesadas en la segunda.
Un
detalle muy característico del filme es que a diferencia de películas como el
Orfanato del 2007 o Splice del 2009, ambas estrenadas bajo la recomendación de
Del Toro, en No le Temas a la Oscuridad, si es muy obvia la mano del director
detrás del proyecto en cuanto a la creación de atmósferas, la película tiene
elementos característicos del director como la presencia de niños en el papel
principal de igual forma que en el Laberinto del Fauno del
2006 o El espinazo del Diablo del 2001, así como el
juego o la exploración en laberintos de jardines, o la presencia de “hadas”, y
como ya se ha vuelto marca indeleble en las producciones del reconocido
director, un puente entre el mundo real y uno de fantasía.
Por Daniel
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