Carlitos: -Abue ¿Jugamos a los soldaditos?-
El
innombrable y no hablo de Don Voldemort sino del filme dramático que cambió la
libertad de expresión cinematográfica de un país, una película que rompió el
silencio, en la que se desenvuelve la historia de una familia que habitaba el
edificio Chihuahua en la Plaza de las tres culturas de Tlatelolco, cuando llega
el movimiento estudiantil de 1968 justo el día en que se origina la matanza del
2 de octubre.
Que
filme quien quiera ser visto…
Sabemos
que el gobierno mexicano no permitió la difusión de la verdad en esas fechas en
especial de ese acontecimiento, los medios de comunicación fueron limitados,
pero 21 años después Jorge Fons se atrevió a dirigirla y junto a un selecto
grupo de personas entre actores y producción, recrearon la tragedia,
personificándola para llevarla a la pantalla grande y demostrarle por fin a la
gente, la verdad. Con muy bajo presupuesto, pero con muchas agallas; El tema
intocable por años ellos lo destaparon, obviamente tuvo muchos problemas para
obtener permiso de filmarla, de proyectarla o reproducirla, pero el cine
independiente siempre sabe cómo lograrlo.
Para empezar toda la película se
desenvuelve dentro del departamento, una familia
de clase media, padre burócrata (Héctor Bonilla), madre ama de casa (María Rojo), abuelo ex-militar jubilado (Jorge Fegan), dos hijos
preparatorianos (Demián y Bruno Bichir), la hija de secundaria (Paloma
Robles) y el más pequeño Carlitos que estudia en primaria (Ademar Arau); Y como
lo marca el hecho histórico es un día normal en la vida de esta familia cuando
una serie de sucesos empieza a hacerlo un día extraordinario, trágico y triste.
Ésta familia con todos sus personajes representa la sociedad de México en esa
época. Reflejo del conflicto generacional que está a punto de estallar afuera
de los muros del departamento.
Creo
que la película marca los hechos de una forma cruda sin tapujos y evidentemente
sin tentarse el corazón, y hay que analizarla con lo excepcional de su
carácter, porque recodemos que hablar de la realidad nacional era escaso, como
si quisieran desviar del cine los momentos de conflicto nacionales, y es lógico ya que el cine de nuestro país tenía una
dependencia gubernamental para poder sobrevivir, he ahí, la gran muralla que se
le anteponía a este filme, pero de alguna manera aprovecharon los recursos que
tenían para darle vida a la cinta.
La
verdad es que siempre me ha costado trabajo ver la película sin soltarme a
llorar o sin estresarme, te pone en la orilla del asiento para luego echarte
hasta atrás y ahí te mantiene, no hay forma de ver estas escenas sin sentir
rabia, coraje y dolencia, mucho menos siendo mexicano porque es un momento que
marcó al país trágicamente y me atrevo a decir que al día de hoy no lo
olvidamos, ni lo perdonamos.
Admiro
la forma en que la película lo cuenta, pues no se le ha ido ni un detalle al
director, los periodistas y fotógrafos que estuvieron ese día presentes que
obtuvieron material y lograron sobrevivir se les retiro de sus evidencias, los
amenazaron… es que nadie podía decir lo que había ocurrido ahí, 10 días después
serían las olimpiadas y había que dejar todo impecable y limpio, ¡claro!, ¿Cómo
iba a permitir el gobierno que la gente de afuera (tanto extranjero), se diera
cuenta de lo cochino que estaba el país… aún hoy en los medios de investigación
no se tiene la información completa del suceso, pero Fons logró obtener y
reproducir los hechos, el filme fue vetado, prohibido, cancelado, robado, pero
la distribución la lograron, proyectándola entre amigos, pasando copias de mano
en mano, en cineclubs.
Hasta
que por fin se estrenó en el cine, causó tal impacto que muchos no querían
creer que así había ocurrido, otros
tantos la aplaudieron pues sabían cómo habían sido los acontecimientos,
reaccionó al público y es que los hechos siempre estarán presentes la película
logró romper barreras y muros, logró destapar las vendas que impedían ver,
gracias a esta cinta mucha información sobre el tema salió a la luz, sin
embargo aun quedan muchos episodios ocultos y en este sentido Rojo Amanecer
ocupa el primer lugar de un filme que se atreve a tocar una herida no
cicatrizada. La cinta no pretende ser analítica de causas o consecuencias del
movimiento, ni acusar al estado represivo, es simple crónica de la tarde en que
se perdió la cordura e hizo que el terror y la muerte tomaran imperio.
Carlitos: -
Abue, y ¿porqué hicieron eso los soldados?
Don Roque:-
porque les dieron órdenes…
Carlitos:- y
los soldados… ¿siempre tienen que cumplir las órdenes?
Don Roque:-
Siempre…
Por
Mony
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