miércoles, 7 de abril de 2010

Un show en 3D que te cuenta algo, en vez de contarte algo en 3D.



Hablemos sobre el fenómeno cinematográfico del momento, la película de James Cameron solo puede ser calificada como “bonita”, no es la mejor película de todos los tiempos, ni tampoco es una excepcional obra de arte, simplemente es bonita…

Técnicamente hablando el arte es espectacular y preciso (entendiendo como arte el diseño de los escenarios, criaturas y atmósferas en general), esta muy bien empleado, así como la fotografía, que rara vez falla en una película de esta magnitud, (entendiendo como fotografía los encuadres, la elección de lentes, el diseño de la película en 3D, color, iluminación, etc.) los avances en cuanto a tecnología de la película son de suma importancia no solo para los cineastas, sino también para los espectadores que merecen filmes en tercera dimensión con la mejor calidad posible.

Si bien es cierto que la película es la mas taquillera hasta el momento esto no puede ser utilizado como motivo para considerarla como la mejor película de la historia, ya que su formato de salida original es en tercera dimensión y el costo del boleto para estas salas es considerablemente mas alto que el de una película normal, además de que la población cinéfila en todo el mundo va incrementándose considerablemente, difícilmente podrán ser comparadas dos películas de diferente época en cuanto a las ganancias obtenidas. Entonces, ¿en que podríamos basarnos para poder considerar a Avatar como una de las mejores películas de todos los tiempos?, sencillo, ¿cuantas veces estarían dispuestos a ver Avatar?, ¿es la película que más veces han visto en su vida?

Si bien es cierto que basta con ver una vez una película para darse cuenta de su calidad, también es cierto que entre más veces uno la aprecia más aciertos o defectos le encuentra.

A lo largo de la película nos inundan con imágenes sobrantes, (preciosas imágenes sobrantes) de escenarios falsos, viéndolo estrictamente del lado comercial esta muy bien manejada porque precisamente eso es por lo que esta pagando la gente, pero cinematográficamente hablando la película no pasará de ser un “primer paso” hacia una nueva forma de contar historias.

Es necesario hacer a un lado los efectos especiales, digitales y visuales para poder criticar una película como Avatar, de ninguna forma los efectos (al igual que cualquier otro elemento en el filme) pueden rebasar a la historia porque corre el riesgo de ser malísima como le sucedió a “star ship troopers (1997)”, y aunque no creo que sea el caso en la película de James Cameron es importante saber esto para poder hacer de lado la imagen y criticar lo que realmente importa, la historia. Que tan malo hubiera sido que Jake fallara al momento de capturar a la criatura alada del monte Banshee, si bien nos da la pauta para una esplendorosa secuencia en vuelo 3D también es cierto que al final el personaje sale sobrando pensando que Jake logra capturar al Toruk y simplemente se despide del primero pidiéndole disculpas y sacándolo de la película a pesar de la incongruencia con el dialogo de Neytiri respecto a que solo podía ser capturado uno por
Na’vi y así convertirse en su compañero de por vida, no quiero hacer parecer a este artículo una crítica enfermiza de un fan desesperado por atención, porque no es el caso, solo uso el ejemplo para puntualizar detalles que a veces dejamos pasar en la historia porque nos emocionamos con los efectos visuales.

En mi opinión la historia queda un tanto estirada en contraste con los efectos y tecnología, la película es un show en 3D que te cuenta algo, en vez de contarte algo en 3D.

Por un momento los Na’vi me parecieron *pequeniños sobrealimentados y la historia del paralítico recuperado en el cuerpo de otra especie tiene increíble parecido con la historia “Call me Joe” de Poul Anderson, si bien es cierto que al parecer ya todo ha sido contado y es inevitable que las nuevas historias tengan parecido con otras ya existentes, también es cierto que, si el presente caso no es una increíble coincidencia, de esas que hacen pensar en el orden del Mundo, debemos exigirle a los cineastas en medida de sus oportunidades y acceso a la producción cinematográfica el respeto a las ideas originales de otros artistas, así que, si James Cameron, como ya es sabido, es lector aficionado a las novelas de ciencia ficción y se encontró con estas y tal vez otras historias de excepcional desarrollo temático debería darles su crédito y no manejar Avatar como una idea original.

*especie del planeta Lusitania en el libro “La voz de los muertos” de Orson Scott Card

por LOCKE

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