lunes, 20 de febrero de 2012

Moneyball

Bill Beane “There are rich teams and there are poor teams, then there's fifty-feet of crap, and then there's us”

Por lo general las historias que surgen en el deporte funcionan para desarrollar verdaderas leyendas en el cine, el hecho de basar historias tan emblemáticas en sucesos reales en los que las personas tienen que arriesgarlo todo para realizar sus sueños, convierte de inmediato a las producciones en lecciones de vida para el espectador.
   
Moneyball no es la excepción, basada en el rey de los deportes, se centra en la vida de Billy Beane manager general de los Oklands A’s y la forma en que revoluciono al deporte para hacer a un equipo “pobre” competitivo en tierra de gigantes, esencialmente la construcción del fuerte en base a los “feos”.

La película en general tiene muchos aciertos, técnicamente no le he encontrado errores, la narrativa es muy original y emocionante, presenta varios momentos en la trama construidos en base a cifras y otros tantos a ligeros comentarios precisos, lo que me lleva a hablar de una de las principales cualidades del filme, el guión, es muy bueno. Combina tanto el dramatismo por el éxito de cualquier cultura del deporte como una comedia muy sutil pero de muy alta calidad manejada a través del dialogo.

Hay que mencionar que la película no hubiera sido lo mismo sin Brad Pitt, son dos horas del actor a cuadro, pero a diferencia de películas como “Leyendas de pasión” de 1994 en esta ocasión no lo vemos de manera multifacética sino simplemente comprometido con un personaje “corriente” exponiendo a flor de piel sus emociones.

Además de Brad Pitt quien es el encargado de sopesar el peso de toda la trama también cabe mencionar las actuaciones a su alrededor que funcionan precisas para el desarrollo de la historia.

Un punto muy interesante del filme es que al parecer la película no esta basada en un deportista a diferencia de otras muchas películas del subgénero de drama deportivo, sino más bien en la vida de una persona detrás del equipo, una persona que difícilmente presenta su cara al público, un desconocido que no sale en tarjetas de béisbol y que a final de cuentas influye en el juego tanto o más como podría hacerlo cualquier pelotero.

Un detalle que me gustó mucho de la película y lo considero muy bueno es la narrativa, ya que, aunque el deporte podría resultar pesado para algunos no fanáticos, la película mezcla muy bien la narrativa para llevar al espectador a través de cada uno de los puntos más importantes del mismo, logrando que no se pierda el interés en ningún momento, todas las piezas parecen caer en el instante exacto en el lugar preciso.

Moneyball es una de mis principales recomendaciones, una de, a mi parecer, las dos mejores películas del año pasado y sin dudas una fuerte contendiente para la noche del Oscar, pero muy aparte de todo esto, una película muy recomendable tanto por la calidad de su narrativa por la de su mensaje.

Por Daniel

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